Los cuentos de primavera y de Sant Jordi del pasado viernes, en el Pati Llimona de Barcelona, atrajeron rosas y cardos, ranas y serpientes, algo de fuego dragoniano, algún que otro “follet” y muuucha magia. Gracias a Llanos Gasco y Sara Genovart por ser tan excelentes “ayudantas de brujo”, en este caso bruja, y por unos niños superimplicados en la elaboración de unos conjuros megamágicos gracias a los cuales recuperamos toda la paleta de colores del mundo.